En muchas películas futuristas hemos visto cómo los operarios de un sistema lo utilizan frente a un monitor totalmente curvo y a veces hasta transparente (como en el caso de Avatar).  

El futuro como siempre se convierte en presente y el mañana se convierte en hoy, y resulta entonces que hoy ya se encuentran de forma comercial (por el precio de una pierna y un brazo) televisores curvos como los que se observan en la fotografía. 

La idea tras un monitor curvo es facilitar a una persona la visualización de una escena de  una forma más natural manteniendo una menor distancia con el observador en los bordes de la escena. 

Si este concepto funciona o no, eso es algo que podremos saber hasta más adelante cuando veamos si los monitores o televisores de este tipo sean adoptados por el público masivamente o no. 

Mientras tanto sólo podemos admirar estas bellezas tecnológicas y desear tener una de ellas pero con precios cerca de los US$15,000 esta tecnología aún debe evolucionar para que este al alcance de nosotros los simples mortales.